Proveniente de la reconocida región de Caranavi, en las tierras altas de Bolivia, este café destaca por su singular equilibrio entre dulzura y complejidad. Cultivado a 1,400 msnm, en suelos ricos y bajo un clima húmedo ideal, este grano de la subvariedad Caturra desarrolla un perfil único con notas florales de anís y un dulce toque a caramelo. Su proceso lavado realza la limpieza en taza y permite que su acidez ligera pero presente complemente perfectamente su cuerpo suave y aterciopelado. Ideal para métodos de preparación como prensa francesa o V60, este café es una elección sofisticada para quienes buscan explorar los matices más refinados de la producción cafetera boliviana.